No es mi estilo escribir en primera persona, pero romperé mi norma en este artículo. Ahora que está terminando el año y al público le gustan los resúmenes, quiero volver a hablar de por qué no cae el gobierno cubano o al menos por qué no explotan nuevas protestas. Esa es una pregunta que agobia a muchos, tanto en Cuba como en el extranjero; tanto en la izquierda que apoya a la clase trabajadora cubana oponiéndose a la burocracia restauracionista, como en quienes pretenden restaurar en Cuba un gobierno títere de Estados Unidos. Cuando un Estado se difumina tanto con el gobierno y cobra una fuerza tan grande, se vuelve una máquina represiva, aún más de lo normal. Las mayorías temen en Cuba no a ser torturados, desaparecidos, asesinados por la policía o fusilados: esas son variables que prácticamente no existen en Cuba. Pero todos saben que oponerse abiertamente implica la segregación social. La mayoría de quienes te rodean -la persona común- te deja de hablar, cam...
Contra la restauración capitalista en Cuba y por la Revolución Mundial