Ha muerto Mario Vargas Llosa y abundan ahora epitafios donde aparece presentado casi como un apóstol de la libertad. En cambio, desde Cuba, dos referentes de la izquierda crítica, publicaron en sus perfiles de Facebook unas interesantes valoraciones. A continuación el texto del historiador anarco-comunista Ramón García y el socialista democrático, periodista y activista pro derechos LGBTIQ, Maykel González.
Texto de Ramón García
Durante los años de 1980 conocí a muchos de ellos desde mi puesto de trabajo en Casa de las Américas. Mario Vargas Llosa estuvo presente siempre, aunque no en persona.
Quizá le faltó el lirismo de Gabriel García Márquez, o fue menos experimental que Roberto Bolaños, pudo ser incluso más novelesco que Jorge Luis Borges; pero lo cierto es que Vargas Llosa (1936-2025) murió siendo un gran escritor. Los tópicos de la literatura de Vargas Llosa fueron la corrupción y el poder; logró crear estructuras dramáticas densas, evitando el relato breve y conciso. Siendo un liberal conservador, Vargas Llosa falló en todas sus predicciones electorales y fracasó en todas sus apuestas políticas. Después de obtener el Premio Nobel de Literatura (2010) escribió dos novelas: "El sueño del celta" (2010) y "Tiempos recios" (2019); aunque su giro a la derecha en literatura lo dió después de "La ciudad y los perros" (1963), hasta que al final se convirtió en el aristócrata sin título nobiliario que acaba de partir.
Epitafio: "Yace en esta tumba un monje copista de dudoso apellido con ínfulas de caballero que tenía el hábito de escupir al espejo y blasfemar en contra de los suyos".
Texto de Maykel González
Le disgustaban las dictaduras. Era enemigo de cualquier pensamiento impuesto, que cortara las alas de la libertad, excepto si se trataba de la dictadura ideológica del mercado.
Todos aman algún tipo de dictadura. Le fascinaba esta, la más asesina de todas. Siendo latinoamericano, menospreciaba la verdad de Latinoamérica. Nos vendió una mentira, un sueño de prosperidad imposible bajo las reglas de este mundo.
Su apuesta por la libertad de los ricos y de los individuos privilegiados por un sistema odioso, ignoraba el sueño de los pueblos.
Que descanse en paz, por supuesto. Y que se reconcilie, ahí donde está, con la resistencia latinoamericana. Y con la verdad. Que abrace la verdad. Contar mentiras con estilo no nos hace sinceros.