Milei contra la salud pública (otra vez)

 Por corresponsal del hospital de salud mental Laura Bonaparte



La historia del cierre del Hospital Bonaparte, planificada por el gobierno cínico de Milei, no terminó en el mes de octubre cuando le torcimos el brazo gracias a la lucha colectiva. El miércoles 16 de enero a las 20 horas comenzaron a llegar notificaciones de no renovación de contratos a más de 200 compañerxs. Mientras, voceros oficiales comunicaban que este ajuste dramático del ministro Lugones en toda el área de salud llegaba a 1400 despidos en total.
Ni los gremios -ATE y UPCN-, ni la dirección del hospital alertaron de esta situación a lxs trabajadores. Mucho menos tomaron cartas en el asunto para impedir este vaciamiento del hospital.
Es claro que no estaba en los planes del ministro y sus cómplices que más del 96% de estatales aprobara el examen de idoneidad. El ajuste fue al viejo estilo: despidos. “Para que el estado ahorre en 280 sueldos que implicaba el Bonaparte”, según el decir de uno de los periodistas ensobrados de la televisión ¡Vaya cifra significativa para una nación!
No olvidemos que el hospital contaba con poco más de 400 trabajadores, de los cuales quedan la mitad. Se trata de un cierre del hospital que era. Con la mitad de empleados no se puede sostener la misma atención ni la misma conformación de los dispositivos tal cual estaban antes del recorte. Se configurará otra cosa, una pequeña casa de salud. Pero se entiende que se trata de un cierre, simbólico, a cuenta gotas.
No olvidemos tampoco que en el Hospital Bonaparte más del 90% del personal es contratado (los últimos pases a planta fueron en el año 1995). Precarización laboral que se arrastra desde entonces.
Ahora, este  gobierno del ajuste despidió a lxs trabajadores que ingresaron desde diciembre del 2019 en adelante, periodo en el que gobernó Alberto Fernández.
Desde la toma de conocimiento de los despidos se han realizado tres asambleas de trabajadores: una el miércoles a la noche y dos más el jueves; las cuales contaron con una tibia y mínima participación de ATE, nula de UPCN. En contraste, se tuvo el apoyo de otros hospitales, centros de salud, cultura, trabajadores de amplios sectores y usuarixs del hospital. Este apoyo y el de la comunidad fue clave para frenar el cierre. La unión de lxs trabajadores del Bonaparte también fue un hecho fundamental en las jornadas contra el cierre que tuvieron lugar en octubre del año pasado. 
Ambos gremios se reunieron hoy con representantes del Ministerio de Salud y rechazaron la medida tomada por aquellos. Solicitaron que la medida del ejecutivo “ sea revisada”. A su vez, transmitieron como un aspecto positivo que “se logró establecer una mesa de trabajo para el jueves próximo”, es decir 7 días después de los despidos
En la asamblea realizada en el Hospital laura Bonaparte durante la tarde de este jueves 16 de enero se votaron las siguientes resoluciones: 
mantener permanecía en el hospital ante este intento de cierre.
Paro y movilización federal del sector salud junto a otros hospitales y sindicatos.
Convocar a un acto- abrazo al hospital el día lunes, abierto a la comunidad, organizaciones diversas.
Tal como se escuchó en la asamblea, la vía es la unidad de los trabajadores y al que no le gusta…