Juan Carlos Giordano: “En Cuba hay una dictadura de partido único (…) en nombre de un falso socialismo”
Entrevista* exclusiva para Comunistas Cuba
de Juan Carlos Giordano, dirigente trotskista argentino de la organización Izquierda
Socialista.
-¿Como está Giordano?
-
Juan Carlos Giordano:
muy bien, gracias por la invitación, a vos Frank, y en nombre de Izquierda
Socialista y de la UIT-CI decirte que seguimos apoyando todo el proceso de Izquierda
Crítica, hemos viajado cuando nos invitaron y lo seguimos de cerca. Y
levantamos la voz exigiendo la libertad de las y los presos cuando fueron
encarcelados condenando la represión del gobierno cubano.
-¿Qué es Izquierda Socialista? ¿Cómo
nació, cuál ha sido su historia y qué se propone?
Giordano: Izquierda
Socialista es un partido socialista revolucionario de Argentina que se fundó en
2006 (hace 17 años), pero que tiene una historia de más de 80 años de lucha en
el país. Izquierda Socialista es continuadora de la corriente trotskista que
fundó en 1944 nuestro máximo dirigente Nahuel Moreno.
Moreno
falleció en 1987, considerado el dirigente más importante del trotskismo
latinoamericano el que desde muy joven, con 24 años, se sumó en 1948 a la tarea
por la reconstrucción de la Cuarta Internacional después del asesinato de León
Trotsky.
Podríamos
decir que somos continuadores de esa corriente que en Argentina tuvo el mérito de
sacar por aquellos años al trotskismo de los debates de café y llevarlo por
primera vez al movimiento obrero, con el GOM -Grupo Obrero Marxista- fundado
por Moreno en 1945.
En toda
esta trayectoria tuvimos distintos nombres, PRT-La Verdad en los años 60´, PST
(Partido Socialista de los Trabajadores) en los años 70´-partido que tiene
mártires asesinados por las bandas fascistas de la Triple A bajo el gobierno
peronista de entonces, y más de 100 compañeras y compañeros desaparecidos bajo
el genocidio de la última dictadura militar). También se llamó Movimiento al
Socialismo (el viejo MAS) en los años 80´.
A su
vez Izquierda Socialista es internacionalista. En eso somos seguidores de los
legados de Marx, de Lenin y de Trotsky. Somos parte de la Unidad Internacional
de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), que tiene inserción
en decenas de países, con partidos hermanos en Latinoamérica y el Caribe, Estados
Unidos, el Estado Español, Turquía, entre otros. Desde ahí proponemos unir a los
revolucionarios, para terminar con este sistema capitalista-imperialista y
luchar por un mundo socialista, que tendrá que ser con plena democracia para
las y los trabajadores, opuesto a las barbaridades que hizo el estalinismo en la
ex URSS.
¿Sobre
la pregunta qué proponemos? Bueno, nos proponemos seguir apoyando las luchas
obreras y populares en la pelea estratégica por conquistar gobiernos de las y
de los trabajadores y de la izquierda, con una Argentina Socialista, que
termine con el hambre, el sometimiento, la dependencia y el saqueo de nuestras
riquezas ejecutado por todos los gobiernos. Este año se van a cumplir en
Argentina 40 años de la caída de la dictadura, se habla de “los logros de la
democracia”, pero todos los gobiernos capitalistas nos llevaron a que Argentina,
un país rico que tiene de todo, tenga un 40% de pobreza, una inflación del 100%
anual, salarios y jubilaciones de indigencia y sometimiento al FMI. Esto se vio
en los cuatro años de gobierno de Macri (centroderecha) y en estos últimos cuatro
años de peronismo, con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Argentina,
como todos los países, necesita una salida de fondo. Que pasa por liberarnos de
los dictados del FMI desconociendo los lazos económicos y políticos que nos
atan al imperialismo, dejar de pagar una deuda usurera y fraudulenta que viene
de la dictadura y ha pagado la clase obrera con tremendos planes de ajuste. Con
ese dinero y el de un fuerte impuesto a los de arriba hay que implementar un
plan económico obrero y popular, que dé salarios y jubilaciones dignas y
trabajo genuino. Terminando con el saqueo de la megaminería y las
multinacionales que nos roban el petróleo, el gas, el litio. Reestatizando las
empresas privatizadas. Nacionalizando la banca y el comercio exterior. Esto
solo lo logrará un gobierno obrero y socialista.
En
resumen: Izquierda Socialista tiene varias décadas de trayectoria y experiencia
en la lucha de clases, combatiendo a las direcciones traidoras, a la burocracia
sindical, a los partidos patronales, al capitalismo y por el socialismo. Con
aciertos y errores hoy seguimos la misma pelea bajo estas banderas, apoyando
las luchas obreras y populares, de las mujeres y disidencias, de la juventud, luchando
por una nueva dirección sindical antiburocrática en el movimiento obrero y una
salida política revolucionaria. Rechazamos todo tipo de divisionismo y
autoproclamación, somos uno de los partidos fundadores del Frente de Izquierda
Unidad desde 2011 y llamamos a la unidad de las y de los revolucionarios para impulsar
partidos de ese tipo en cada país y por dar pasos en reconstruir la Cuarta
Internacional. Luchamos en definitiva por terminar con este sistema capitalista
imperialista, imponiendo gobiernos de la clase trabajadora y del pueblo.
-¿Cuáles
crees que sean los resultados de las elecciones presidenciales en Argentina que
tendrán lugar este año? ¿Cuáles son las perspectivas del Frente de Izquierda
Unidad?
Giordano: El gobierno peronista del Frente de Todos está muy mal. Cuando ganó las
elecciones en 2019 pidió el voto “contra la derecha” de Macri (el gobierno
antecesor) y después de 4 años de gobierno supuestamente “nacional y popular”,
solo crece la desigualdad social, la regresiva distribución del ingreso-donde
los capitalistas, grandes empresarios, oligarcas y multinacionales se llevan la
gran parte- y los pagos de una deuda externa usurera y fraudulenta. El gobierno
peronista reconoció el endeudamiento mafioso de Macri con el FMI de 2018, plata
que fue a la bicicleta financiera y ahora se la hace pagar al pueblo trabajador
con más ajuste.
El peronismo está en una gran crisis, acrecentada
porque Cristina Kirchner dijo que no se va a presentar a las elecciones
argumentando mentirosamente que está “proscripta”, por un fallo judicial
adverso que aún no está firme, condenándola por su responsabilidad en casos de
corrupción con la obra pública ocurridos en su gobierno anterior. Nada le
impide que se presente. El gobierno no tiene candidaturas definidas mientras
crece la ruptura por abajo ante la tremenda crisis social. Por eso hay grandes
posibilidades de que pueda perder el gobierno.
Por otro lado, está la oposición de centroderecha de
Juntos por el Cambio, que también está en una crisis profunda y se prepara para
ser el recambio electoral patronal. Pero las encuestas están diciendo que estas
coaliciones ya no concentran la gran mayoría del electorado como antes. Incluso
las principales candidaturas de ambas tienen una alta imagen negativa. Lo que
sí está creciendo como parte del repudio a todo esto es un fenómeno de
ultraderecha neofascista encarnado en un personajes peligroso y extravagante,
Javier Milei. Propone más ajuste, terminar con los convenios laborales, es anti
derechos, reivindica a la dictadura, a Bolsonaro, a Trump y a toda la
ultraderecha mundial.
Ante ello las perspectivas electorales del
FIT-Unidad son alentadoras. Todas las encuestas están obligadas a tenernos en
cuenta. El FITU tiene una gran oportunidad electoral. Hay millones que muestran
su hartazgo ante los gobiernos que nos llevaron a este desastre. Cientos de
miles se referencian en el Frente de Izquierda en base a la gran unidad que
conquistamos. Podemos seguir creciendo en unas presidenciales donde está en
debate adónde va el país y solo el FITU postula una salida de fondo.
El Frente de Izquierda viene de obtener casi un
millón y medio de votos en las elecciones de fines de 2021. Logramos la mayor
bancada de diputadas y diputados nacionales, legisladores y concejales, y esto
lo hicimos desde el corazón de las concentraciones obreras y populares.
El FIT Unidad crece electoralmente por la mayor
unidad de la izquierda que logramos desde hace 12 años, de la cual Izquierda
Socialista es uno de los partidos fundadores. Y por el protagonismo que viene
teniendo en las luchas sindicales, las oposiciones en los gremios contra la
burocracia sindical, en el movimiento de mujeres y disidencias, la juventud, en
la pelea ambiental, en cada 24 de marzo ante las movilizaciones multitudinarias
repudiando al golpe y a sus cómplices civiles que siguen en la impunidad, y
esencialmente como referencia política para quienes cuestionan todo lo viejo desde
una perspectiva de izquierda. Incluso el Frente de Izquierda es reconocido por
la izquierda y las y los luchadores de otros países.
El obstáculo que existe es que en su interior hay una
política divisionista alrededor de las candidaturas que impide aprovechar esa
gran oportunidad desde ahora y unitariamente. Tanto PTS, PO y MST, los tres
partidos que además de Izquierda Socialista componen el FIT Unidad, han lanzado
sus propias fórmulas presidenciales por separado para ir a una competencia
interna entre el FIT Unidad en las elecciones previas a las generales (las
PASO: primarias abiertas, simultáneas y obligatorias). Estamos llamando a que
no dividan al FIT en las PASO. Izquierda Socialista propone una fórmula
presidencial unitaria integrada por PTS y PO con Myriam Bregman-Gabriel Solano,
una fórmula de acuerdo, por consenso, como ya lo hicimos en las presidenciales
de 2019, que evite ir a las PASO a pelearnos por los cargos. Lamentablemente el
divisionismo, el sectarismo y la auto proclamación siempre fueron nocivos,
cuando está probado que ningún partido del FITU podría haber logrado lo que
conquistamos entre todos.
Para enfrentar a los aparatos del Frente de Todos, al
macrismo y al liberfacho Milei necesitamos la máxima unidad. De mantenerse las
tres fórmulas llevaría a que la militancia del FITU vaya a pelear por su propia
lista en vez de hacerlo unitariamente contra los partidos patronales, cuando tenemos
en común el único programa obrero y socialista y acuerdos previos. Es lo que
llamamos a cambiar. Si no cambian (esperemos que sí), Izquierda Socialista va a
presentar su propia lista con los valiosos nombres que tenemos de dirigente/es,
luchadora/es y bancas electas.
-Si de antemano se
sabe que el FIT-U no ganará las elecciones presidenciales: ¿Por qué participan?
Giordano: Participamos en las elecciones para postular nuestra salida de fondo,
más allá de los resultados. Ante la tremenda crisis social, política y
económica que vive Argentina, quien la puede resolver de manera favorable para
el pueblo trabajador la izquierda junto a la clase trabajadora, las mujeres y
la juventud, peleando por un gobierno distinto, de los que nunca gobernamos. En
estas elecciones les vamos a decir a millones que solo un gobierno obrero y
socialista acabará con los males sociales capitalistas. Y que para eso hay que
romper con los partidos patronales y apoyar al Frente de Izquierda Unidad.
Las elecciones son una gran oportunidad para agitar
ese mensaje, sosteniendo que hay que darle la espalda al peronismo, al macrismo
y a la ultraderecha de Milei porque son más ajuste, saqueo y FMI y que tiene
que gobernar la izquierda y la clase trabajadora.
Este mensaje es clave, no solo para un proceso
electoral, porque somos conscientes que los cambios sociales vendrán con la
movilización. En Argentina ha habido enormes hechos de la lucha de clases a lo
largo de su historia. En 1969 se dio el Cordobazo, una semi insurrección obrera-estudiantil
que obligó a la dictadura de entonces a tener que retirarse tiempo después. La
dictadura de 1976 cayó tras la derrota de Malvinas con una revolución donde
millones salieron a las calles tirándola abajo, lucha que logró encarcelar a
gran parte de los genocidas de entonces, que se puede ver en la película
“Argentina, 1985”. En los años 80 el presidente radical Alfonsín tuvo que
renunciar tras una pueblada contra el hambre que se llamó Rosariazo. En 2001
cayó el gobierno patronal de “centroizquierda” de De la Rúa con el Argentinazo,
una rebelión popular que impuso el no pago de la deuda externa al grito “que se
vayan todos”. Más recientemente, en 2020, la marea verde con millones de
mujeres y disidencias en las calles conquistó el derecho al aborto legal,
seguro y gratuito. Hubo puebladas contra la megaminería que frenaron proyectos
de las multinacionales. Podríamos seguir con otros hitos. Pero la gran conclusión
de esto es que a pesar de esas grandes movilizaciones que incluso tiraron abajo
a distintos gobiernos, siguieron gobernando los partidos patronales y la clase
capitalista. Por eso la tarea pasa por fortalecer una alternativa política revolucionaria
que pelee por un gobierno obrero y popular, como lo dice el programa del FIT
Unidad.
Desde Izquierda Socialista llamamos a seguir fortaleciendo
al FIT Unidad en esa perspectiva, porque se trata de estar más fuertes, para
cuando haya nuevos estallidos sociales que cuestionen al sistema, podamos estar
más fuertes con una herramienta política lo suficientemente insertada que de
pelea por ese cambio de fondo, en lo sindical (derrotando a la burocracia de la
CGT y de las CTA) y en lo político. Ese es el mensaje que le vamos a dar al
pueblo trabajador y a las nuevas generaciones en este proceso electoral.
-Izquierda
Socialista forma parte del FIT-U. ¿Podrá el FIT-U en un futuro ser un frente
más orgánico, funcionando con un ente rector, conformado por los partidos que
lo conforman?
Giordano: Ojalá que así sea. Hoy por hoy el Frente de Izquierda es un frente
electoral. Solo esporádicamente da respuesta unificada ante movilizaciones
nacionales o declaraciones ante hechos importantes realidad, no de manera
permanente. Encima ahora, como señalé, está enfrascado en una pelea interna por
las candidaturas, política que estamos combatiendo.
Venimos batallando para que el Frente de Izquierda
se postule unitariamente, en las luchas, en las elecciones sindicales de los
gremios y políticamente. Ese es el desafío. Lamentablemente no se viene dando.
El año pasado, por ejemplo, el resto de los partidos del FITU se negaron a
darle continuidad a grandes movilizaciones que se dieron contra el pacto con el
FMI y el no pago de la deuda externa, convocado por el FITU y distintas
organizaciones de lucha y sindicales. Hubiera sido muy valioso, de darse esa
continuidad, para postular un plan económico alternativo, obrero y popular. Lo
mismo ocurrió ante la gran huelga triunfante de los obreros del neumático bajo
la conducción de su sindicato combativo, el SUTNA, donde le propusimos al Partido
Obrero, cuyo secretario general de ese importante gremio pertenece a sus filas,
a impulsar un gran plenario nacional para agrupar a la vanguardia que lucha y
fortalecer de esa manera al sindicalismo combativo, con el apoyo de la
izquierda y del Frente de Izquierda Unidad. Lamentablemente el Partido Obrero
se negó.
Es más. Años atrás la dirección de PTS planteó al
FIT que se explore la posibilidad de conformar “un partido unificado de la
izquierda obrera y socialista”, así lo denominaron. Dese Izquierda Socialista contestamos
positivamente, para lo cual decíamos que se requiere no solo un programa común
sino de una práctica común. Y señalamos que PTS debía empezar por tener
políticas que fortalezcan al FIT Unidad, no que dividan como venía haciendo en elecciones
sindicales o distintos frentes de lucha.
Nuestra corriente tiene una larga trayectoria convocando
permanentemente a la unidad de la izquierda en todos los niveles, político,
político-electoral, en listas sindicales antiburocráticas y estudiantiles, en
cada país y a nivel internacional con nuestra convocatoria de unir a los
revolucionarios. Estamos convencidos que la solución a la crisis de dirección
no vendrá de una única organización, por eso buscamos puntos mínimos
revolucionarios que puedan aproximarnos y unificarnos con corrientes, grupos y
sectores revolucionarios que provengan de otras tradiciones y experiencias.
En concreto, propusimos constituir al FIT Unidad en
un frente único revolucionario, superior a un frente único obrero o sindical o a
un frente político electoral. Esto significaba que el FIT empiece a funcionar
cotidianamente para responder políticamente en común ante todos los hechos de
la lucha de clases, sean políticos, sindicales, estudiantiles, de las mujeres y
disidencias o populares. Nunca tuvimos respuesta para avanzar.
Claro que el FITU debe postularse unitariamente. Aunque
esta política que impulsa Izquierda Socialista lamentablemente choca
permanentemente con la del resto de los partidos que lo conforman (quienes
priorizan postular a sus propias organizaciones) seguiremos batallando por
ella.
-Ustedes
hablan de que en Ucrania existe una resistencia socialista contra la invasión
rusa, pero el gobierno de Zelensky es ultraderechista y resiste con el apoyo de
la OTAN y Estados Unidos. Entonces, esta resistencia ¿A pesar de ser socialista
se supedita a Zelensky o es una resistencia autónoma?
Giordano: Lo primero a
clarificar es que desde Izquierda Socialista y la UIT-CI repudiamos la invasión
criminal de Putin y de la potencia imperialista rusa sobre Ucrania. Y apoyamos
la resistencia popular-militar del pueblo ucraniano sin dar ningún apoyo
político ni depositar ninguna confianza en el gobierno capitalista de Zelensky
y diciendo No a la OTAN. Como socialistas luchamos siempre por la disolución de
la OTAN.
Estamos
con el pueblo ucraniano y por su derecho a existir como nación independiente
como en otros momentos estuvimos con el pueblo de Irak ante la invasión en 2002
por parte del imperialismo yanky sin apoyar al dictador Saddam Hussein. O con
el pueblo argentino en la guerra de Malvinas (1982) contra el imperialismo británico
sin apoyar a la dictadura genocida de Galtieri.
La
resistencia ucraniana no es socialista, es popular-militar. Los socialistas son
una minoría en la resistencia, pero están en el frente de batalla. A ellos en
especial le damos el apoyo. Justamente yo integré una delegación solidaria de
la UIT-CI que en mayo de 2020 viajamos a Kiev a entregar material sanitario a
la izquierda ucraniana y a los sindicatos combativos que enfrentan las leyes
antiobreras de Zelensky, entre ellos a los ferroviarios. La UIT-CI ya envió
tres convoys de ayuda, el último en enero, llegando a los mineros y
ferroviarios del Donbas y de Zaporiyia.
En
esta guerra los socialistas revolucionarios no pueden ser neutrales. El Ni-NI
favorece al genocida Putin. Apoyamos la causa justa de una nación oprimida como
Ucrania que enfrenta el avasallamiento del imperialismo ruso. Estamos también a
favor de que el pueblo ucraniano reciba armas para defenderse de la acción
criminal de Putin, vengan de donde vengan. Como ocurrió con la URSS en su lucha
contra las tropas de Hitler durante la segunda guerra mundial. La URSS recibió
en ese momento y en masa, armas, municiones, tanques, jeeps, camiones y aviones
de los Estados Unidos. Doy algunos datos para ver la magnitud de esa ayuda. La
URSS recibió14.795 aviones, 7.000 tanques, 131.630 ametralladoras y 375.880
camiones y camionetas. No ocurre eso ahora en Ucrania. La ayuda es en cuenta
gotas. Luego de un año de guerra Biden aún se niega a entregar aviones de
combate y recién ahora entregarían algunas docenas de tanques modernos.
Existe
una falsa izquierda internacional, encabezada por los gobiernos de Cuba,
Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua que apoyan a Putin porque supuestamente
seria “antiimperialista” y que combatiría a un gobierno de “ultraderecha nazi-fascista”.
Esa es la mentira que difunde Putin. El verdadero gobierno de ultraderecha
fascista es Putin que gobierna para las mafias de los oligarcas del petróleo y
el gas reprimiendo al pueblo trabajador ruso. Putin persigue, encarcela y hasta
envenena a los políticos opositores, a los que critican la guerra en Ucrania o
a la comunidad LGTBI. Y avala dictadores como Lukashenko de Bielorrusia. Por
todo esto seguimos convocando a los pueblos y a la izquierda mundial a apoyar
la resistencia popular armada del pueblo ucraniano para expulsar a las tropas
de Putin, sin apoyar a Zelensky ni a la OTAN.
-¿Cómo
caracteriza Izquierda Socialista a Cuba?
Giordano: En Cuba hay una
dictadura de partido único que en nombre de un falso socialismo ha restaurado
el capitalismo en la isla. Es un caso semejante, con sus peculiaridades, a lo
ocurrido en China y en Vietnam. Son países donde gobiernan Partidos Comunistas burocráticos,
provenientes de la tradición estalinista, que usando el nombre del socialismo,
explotan y reprimen a su clase trabajadora y a sus pueblos.
Por
el rol de Fidel Castro y del Partido Comunista Cubano (PCC), con su acuerdo con
la URSS durante los años 60, nació un socialismo burocrático que con los años
fue socavando esas conquistas hasta llegar a la restauración del capitalismo.
El PCC es una burocracia privilegiada que hace
décadas abandonó y destruyó las viejas conquistas de los primeros años de la
revolución socialista de 1959-60. Las conquistas sociales de los tiempos
del Che Guevara fueron fruto de la expropiación de las grandes empresas yankis
y de la burguesía cubana. El castrismo las fue abandonando, primero dejando de
impulsar las revoluciones en Latinoamérica. En la Nicaragua del 79, por
ejemplo, les recomendó a los sandinistas que no hicieran una Nicaragua Socialista. Y segundo, haciendo negocios con las multinacionales.
El
gobierno cubano y sus aliados dicen que la culpa de todo es por el bloqueo norteamericano. Desde ya que
el bloqueo continúa y tiene su parte de responsabilidad en la crisis social en
Cuba. Nuestra corriente siempre ha repudiado al bloqueo. Pero tampoco es cierto
que el bloqueo yanqui sea la causa única de los problemas del pueblo cubano.
Esgrimiendo
lo del bloqueo la burocracia del gobierno del PCC siempre ha escondido la
realidad de Cuba. Para nosotros la
causa central de la crisis social y de las protestas está en que hace más de 30
años el castrismo fue abriendo Cuba a la inversión privada extranjera, en
especial a las multinacionales de la Unión Europea, Canadá, del Reino Unido
y de otros países, trayendo las nefastas consecuencias de la entrada del
capitalismo en la isla. Por eso ha crecido la desigualdad social, han aparecido
los nuevos ricos, junto con la burocracia del PCC y los militares que siempre
han vivido con privilegios.
Recuerdo
cuando hace unos años hubo una enorme indignación popular en Cuba al ver a Tony
Castro, uno de los nietos de Fidel, manejando un BMW de lujo, mientras las y
los trabajadores cubanos llevaban 25 años cobrando salarios miserables y sin
derecho a la protesta con el argumento del bloqueo y de una posible invasión
imperialista. Donde el pueblo cubano no tiene derecho a hacer una huelga ni a
elegir libremente a sus dirigentes políticos y sindicales.
En el
turismo (uno de los centros económicos de Cuba) están las multinacionales
españolas Meliá y el grupo Barceló donde el 48% de las habitaciones son
administradas por multinacionales. En la explotación del níquel, existe una
empresa mixta con la multinacional canadiense Sherritt. En la industria del
tabaco, en especial en habanos -otra de las grandes producciones de Cuba-,
funciona la sociedad mixta Habanos S.A. con el grupo inglés Tabaco Group, que
tiene el 80% del mercado mundial de los puros. Havana Club, el famoso ron
cubano, es una empresa mixta con la francesa Ricard Pernod, dueña de Chivas Regal.
En estas
empresas mixtas del Estado con las multinacionales, las trabajadoras y
trabajadores cubanos llevaron años con
sueldos de 15 a 20 dólares. En 2021 los aumentaron, pero siguen siendo
paupérrimos medidos en dólares. No alcanzan para nada, obligando a las familias
cubanas a subsistir en base a las remesas que envían los miles y miles
emigrados, en su mayoría jóvenes que día a día abandonan la isla.
Mientras ocurre esto, los jerarcas y militares del
partido comunista y del régimen siempre han tenido sueldos altísimos y grandes
privilegios.
Es
en este marco en que se produjo el estallido del 11 de julio de 2021, porque el
gobierno cubano respondió a la crisis
global del capitalismo, una de las crisis más grandes de la historia, con un
plan de ajuste, actuando de la misma manera que todos los gobiernos
capitalistas.
Esas medidas de ajuste se lanzaron el 1° de enero de
2021 y el gobierno de Díaz Canel lo llamó “Tarea de Ordenamiento”. ¿Qué objetivo tenía
este plan? Díaz Canel y el propio Raúl Castro -quien todavía estaba en la
jefatura del PCC aunque se había retirado del gobierno-, explicaron que era
para “alentar la inversión privada extranjera” y así dinamizar la producción. Parecido
a lo que escuchamos en nuestros países. Los gobiernos dicen “necesitamos
inversiones” y para tener inversiones, dicen los capitalistas, “necesitamos ajustar un poquito las cuentas”.
En
apariencia, en el 2021, dieron un aumento de salario mensual que pasó de 20
dólares a 87 dólares, que hoy podrá llegar en algunos casos a ser mayor en dólares.
Pero siguen siendo salarios pobres y que lógicamente se pagan en pesos cubanos,
no en dólares. Mientras por otro lado liberaban
los precios y las tarifas de los alimentos, el gas, la luz y el transporte. Lo
cual desató un proceso inflacionario con la consiguiente devaluación del dólar.
Todo lo cual siguió rebajando el valor del salario.
Esto ha profundizado la pobreza y la desigualdad
social en Cuba, agravándose aún más el cuadro de vida del pueblo cuando la
dictadura ha encarcelado a miles de
personas que protestaron en aquel julio de 2021 o que siguen
protestando. Muchos han sido condenados a años de prisión en juicios totalmente
adulterados con falsas acusaciones. Desde Izquierda Socialista y la UIT-CI
seguimos reclamando por la libertad de todas y todos los presos políticos, que
cese toda forma de persecución y que se otorgue el derecho a huelga y a la
protesta al pueblo, a la juventud, a las y los artistas y a la comunidad de la diversidad
sexual.
-¿Para
qué sirve Trotski hoy en Cuba y qué sugieres que pudiera hacer la clase
trabajadora cubana para salir de la actual crisis económica y política?
Giordano: El legado y las
enseñanzas de Trotsky son muy útiles para que las nuevas generaciones de cubanas
y cubanos y de toda la clase trabajadora de la isla sepan que el socialismo no
es el que conocen de la mano de la vieja y nueva burocracia del Partido
Comunista cubano. En Cuba, de la mano del estalinismo de la ex URSS, se ensució
el nombre del socialismo y del marxismo. Socialismo no es dictadura de partido
único, no es crear una burocracia millonaria, no es reprimir a la clase
trabajadora o negar las disidencias políticas o de cualquier naturaleza. Stalin
justamente asesinó a Trotsky en México en 1940, para tratar de impedir que los
revolucionarios retomaran las verdaderas banderas de un socialismo con
democracia para las y los trabajadores y de lucha consecuente contra el sistema
imperialista-imperialista y contra los pactos para gobernar para y con la
burguesía. Por eso no consideramos gobiernos de izquierda ni socialistas a los
Maduro, Ortega, Lula, Boric o Petro. En nombre de la izquierda mantienen el
capitalismo en sus países. Justamente Trotsky, siguiendo las enseñanzas de Marx
y de Lenin, siempre reivindicó que la única salida para la clase trabajadora
era luchar por lograr un gobierno de la clase obrera y el pueblo haciendo la
revolución socialista. Para eso sirve conocer el legado de Trotsky en Cuba y en
el mundo.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, sobre qué
propuestas podríamos aportar a la clase trabajadora cubana para tratar de salir
de la grave crisis social en que viven, modestamente decimos que la única salida pasa por luchar por sus
reivindicaciones sociales, políticas y por sus libertades. Ese será el
camino para los cambios de fondo que se necesitan, en primer lugar, por
terminar con el régimen de partido único y lograr un gobierno de la clase
trabajadora y los sectores populares.
Desde
Izquierda Socialista y la UIT-CI siempre apoyaremos las luchas que desarrolle
el pueblo cubano; la lucha por terminar
con el bloqueo yanqui y sus sanciones, pero también para que se terminen los
ajustes al pueblo y la represión del gobierno. Apoyamos la lucha por un
salario digno para toda trabajadora, trabajador o campesino, contra los
salarios de miseria pactados entre el gobierno y las transnacionales.
Consideramos
que parte del programa pasa por
reclamar libertad de discusión salarial y contractual en todas las empresas
mixtas, no mixtas y públicas, reclamando allí un aumento salarial de emergencia
para toda la clase trabajadora. ¡Por un salario mínimo acorde al valor de la
canasta familiar! Otras medidas serían para que se terminen los salarios de
privilegios para los funcionarios del gobierno, el Partido Comunista y las
Fuerzas Armadas. Que cobren el salario medio de una trabajadora o trabajador
cubano. Que se terminen las tiendas MLC en dólares y que haya tiendas únicas en
pesos cubanos para todas y todos los cubanos.
Se tiene que reconocer el pleno derecho a la protesta,
de hacer huelgas, a tener sindicatos y centro de estudiantes independientes y
partidos políticos.
Que los artistas tengan derecho a expresarse libremente. Nos sumamos al reclamo
por la libertad de los presos por protestar. Basta de discriminaciones racistas. Plenos derechos al movimiento de
mujeres y LGTB.
Y es
necesario revertir el modelo socio-económico capitalista de Cuba. Decimos basta de explotación “mixta” entre el gobierno
y las multinacionales del turismo, el tabaco, la alimentación, el ron, níquel y
demás sectores. No a las empresas capitalistas, mixtas o privadas. Por la reorganización de toda la economía al
servicio del pueblo trabajador. Por un nuevo plan económico nacional basado en
la coordinación de las empresas del estado bajo administración y gestión de sus
trabajadoras y trabajadores y las cooperativas agrarias, de producción y de
consumo. Logrando un plan de producción que termine con la escasez y con
la importación del 80% de lo que consumenlas familias cubanas. Enmarcando esta lucha en la perspectiva de lograr en
Cuba un verdadero socialismo con democracia obrera y popular.
Para
todo ello desde Izquierda Socialista y desde la UIT-CI alentamos la
construcción de una nueva dirección
socialista revolucionaria. Y consideramos que ello es posible y puede
surgir al calor de la lucha popular, de la resistencia diversa que está
llevando adelante el pueblo cubano. En especial desde la juventud y de las
mujeres. Para ello llamamos a la unidad de las y los revolucionarios de todo el
mundo. No creemos que solo nuestra corriente pueda lograr esa nueva dirección.
Se necesita de una confluencia de organizaciones y de luchadoras y luchadores
revolucionarios.
En Cuba se ha visualizado que hay sectores de la
juventud que reivindican el socialismo, que participan de las protestas desde
una perspectiva de una izquierda crítica e independiente del gobierno. A la
cual seguiremos apoyando.
Honestos luchadores que han ido a las marchas, incluso con la consigna
“socialismo no es represión”.
Confiamos
plenamente que en el futuro se siga desarrollando en Cuba esta lucha y se retomen
así las banderas del Che Guevara y de la revolución socialista de 1959. A eso
aspiramos.
*El
pasado 14 de marzo Frank García a nombre de Comunistas Cuba entrevistó a Giordano
en nuestro canal de Telegram. Desgraciadamente por problemas técnicos no pudimos
realizar la transcripción de la entrevista; sin embargo Giordano el gentil gesto
de responder las preguntas por escrito. Agradecemos la colaboración del compañero
y amigo Pablo Almeida, también dirigente de dicha organización, sin el cual no hubiera
sido posible la realización de esta entrevista.
Nota del Comité Editorial: por problemas técnicos no pudimos publicar en el mes de febrero. Pedimos disculpas y aclaramos que no nos rendiremos.