¿La NEP es la solución a la economía cubana? Como dijera a Comunistas Cuba la dirigente trotskista argentina Miryam Bregman: “la planificación económica debe ser llevada adelante por las masas mismas, en forma democrática (…), incluso si es necesario permitir en ciertas áreas la actividad del capital privado (…), pero siempre en base al monopolio estatal del comercio exterior y a que se mantenga el carácter público de los sectores estratégicos de la economía”. Sobre este aspecto vuelve un colaborador de Comunistas, Yunier Mena, quien ya antes había iniciado la polémica con el artículo Cuba: El futuro a debate ¿la NEP como salida?
Por Yunier Mena Benavides
El
capitalismo es la mejor invención socio-económico que el hombre ha logrado
introducir firmemente en la historia. Sin embargo, resulta una vulgaridad
irracional y ofensiva someter la humanidad al criterio de que no puede
establecerse algo superior, idea popularizada, incluso famosa, que contradice
la misma sucesión ascendente de los tiempos históricos. Por tanto, es válido
proponer el comunismo como solución eficaz de los problemas actuales que el
capitalismo no puede resolver porque escapan a las posibilidades de su
naturaleza, entre los que sobresalen la desigualdad enajenante y la guerra.
El
presente de Cuba, lo que hay de socialista en él, es sin dudas defendible. El año 2023 ya comienza a ser anunciado por la dirigencia y la prensa cubanas comoun momento crucial que demanda cambios para que el socialismo cubano pueda ser socorrido.
Esa es la causa de esta página, la cual pretende defender el socialismo cubano
de sus problemas fundamentales: la ineficiencia económica, la participación
insuficiente de los trabajadores en la toma de decisiones y la desconexión con
el mundo.
El
aquí y en todas partes llamado «socialismo cubano» no es tal, sino un sistema
de tránsito, una forma inacabada de socialismo. El socialismo como proyecto
supera al capitalismo en desarrollo científico, tecnológico, económico y
social; nivel que ni Cuba ni otro país alcanzará mientras predominen las
relaciones capitalistas de producción a escala mundial. ¿Qué cambios debieran
tomarse en 2023 para que la transición cubana al socialismo asegure su éxito
definitivo, siendo Cuba un país de poca población y extensión territorial con
escasos recursos naturales, tecnológicos y financieros en un contexto mundial
de predominio del capitalismo?
La
situación de ineficiencia económica debe cambiarse radicalmente. Por su mal
funcionamiento la economía cubana es incapaz de producir los medios básicos que
demandan las necesidades del pueblo.
Se trabaja poco y mal en la mayoría de los sectores: sin las debidas materias
primas, la organización y las tecnologías y saberes exigidos. La penuria
económica y la mediocridad que así se reproducen atentan hasta con las
conquistas sociales de la revolución al no disponerse de recursos materiales y
humanos para sustentarlas. Trabajar mucho y bien en el terreno económico, dicho
de esa manera para expresar llanamente el asunto, es solo posible con una mayor
organización del trabajo, una ampliación estructural —no consultiva— de la
participación de los trabajadores en la política (democracia socialista) y la
conexión isla-mundo por medio de la inversión extranjera y del más hipertrofiado
comercio exterior globalmente regulado por el Estado sin monopolizarlo salvo en
lugares estratégicos.
Ello
no significa privatizar los servicios públicos, pero sí estimular la actividad
privada y mixta para poner sus beneficios al servicio del desarrollo económico
y social. En este panorama, la garantía política de la transición al socialismo
será el poder de los trabajadores que la desburocratización debe convertir en
decisores desde sus consejos en centros de trabajo y entidades territoriales.
Los trabajadores como Estado, a todos los niveles, deben hacer negocios ventajosos
y oportunos con los capitalistas internacionales para echar a andar la
economía, y al ser vencidos estos paulatinamente por la revolución socialista
mundial el país irá entrando en un nuevo sistema de relaciones que
incrementarán el desarrollo del socialismo en el territorio nacional.
La
amplificación de la democracia socialista creará condiciones para que los
trabajadores laboren intensamente hasta satisfacer sus necesidades y cumplir
sus propias decisiones, con lo cual elevarán su cultura y desarrollo personal.
Esto será el término de la economía policiaca. Además, profundizar la vida
democrática de la sociedad incluye el fin del legado estalinista del unipartidismo
por decreto, pero sin
permitir organizaciones
de derecha, y la construcción de una esfera pública donde la libre expresión de
todos encuentre sus cauces. De este modo, una economía de mercado con
meta socialista irá desvaneciendo progresivamente la insoportable plaga de las
enajenaciones.
Lea también del autor: Cuba: Socialismo, democracia, mercado y desarrollo