Ante la crisis de medicamentos generada por el bloqueo yanki, se hace una solidaria propuesta a nuestro Gobierno.
La enorme crisis
causada por el déficit actual de medicamentos en Cuba afecta a casi todo nuestro
pueblo. Fármacos esenciales para tratar enfermedades crónicas como el Mal de
Parkinson, hipertensión arterial, diabetes mellitus, asma bronquial y
afecciones nerviosas, están totalmente ausentes o se reciben en cantidades
insuficientes en los establecimientos farmacéuticos.
Lo mismo sucede
con otros de igual importancia, como los antibióticos y los analgésicos.
Incluso, escasean enseres médicos de uso hospitalario, imprescindibles en
intervenciones quirúrgicas y otros procedimientos vitales.
El pasado 21 de
mayo, concurrieron en el espacio televisivo Mesa
Redonda directivos de BioCubaFarma, FarmaCuba y MedSol para explicar las
causas de esta situación. Sus intervenciones pueden resumirse en que el sistema
biofarmacéutico cubano ha centrado sus esfuerzos en garantizar los productos de
protocolo a la Covid-19 y el desarrollo de las vacunas.
Asimismo,
expusieron con detalle los inconvenientes que ocasionan las medidas coercitivas
unilaterales impuestas por Estados Unidos, que hacen casi imposible la
adquisición de tecnologías, materias primas, reactivos, medios diagnósticos,
medicamentos, dispositivos, equipos y piezas de repuesto.
Fueron
resaltados también los obstáculos que suponen las presiones norteamericanas a
determinados bancos, que han sido multados por recibir pagos provenientes de
Cuba.
Otra causa —no
mencionada en la emisión del programa— fue la
disminución de la inversión en ciencia e innovación tecnológica, la cual
durante el pasado año fue setenta y dos veces menor que la ejecutada, también
en plena pandemia, en las áreas de «servicios empresariales, actividad
inmobiliaria y de alquiler», que incluye la inversión turística, pese a la
considerable disminución de la demanda en ese sector.
Los efectos
inmediatos de tal situación se traducen directamente en dolencias que no pueden
ser aliviadas, enfermedades incontroladas e incluso el riesgo de muerte o la
muerte misma de pacientes.
Compete a las
autoridades de Estados Unidos levantar sus sanciones, pero ante esa realidad
nada podemos hacer los ciudadanos de Cuba —más que expresar nuestro rechazo—, como tampoco ha podido influir una gran parte de las naciones
del mundo que días atrás manifestaron su parecer en la votación acontecida en
la Asamblea General de la ONU.
Sin embargo, así
como aumentar las inversiones en el sector, también está en manos del gobierno
cubano flexibilizar y facilitar los mecanismos establecidos en las resoluciones
72, 131 y 148 del Ministerio de Salud Pública para que entren al país
donaciones de medicamentos y enseres que podrían aliviar la dramática situación
humanitaria que nos agobia.
Una medida más
expedita aunque de alcance menor que podría tomarse cuando la situación
epidemiológica lo permita, es la de facilitar la entrada a los viajeros cubanos
vacunados —previa presentación de la
documentación que los acredita como tales y después de realizadas las pruebas
que se estimen pertinentes— sin necesidad de someterlos a una estancia
prolongada en centros de asilamiento. Así se aumentaría la entrada de personas
provenientes del exterior y con ello, el acceso a medicamentos.
Son conocidas
las numerosas trabas, restricciones y arbitrariedades que padecen personas o
instituciones cuando intentan entrar este tipo de productos por las diferentes
vías que existen. Nos son pocos los cubanos y extranjeros, así como organizaciones
de diverso tipo, que envían donaciones a Cuba aun a riesgo de perderlas —sin recibir muchas veces siquiera
una explicación— cuando deben
pasar por la aduana.
Existen
mecanismos creados por esos ciudadanos y organizaciones para entregar el
producto de las donaciones a los necesitados cuando estas llegan a la Isla. El
punto más difícil es el paso por la Aduana y las restricciones en cantidad y
variedad impuestas por las regulaciones cubanas.
Teniendo en
cuenta lo anterior, solicitamos al presidente de la República, al ministro de
Salud Pública y al jefe de la Aduana General de la República, que faciliten y
viabilicen el proceso para permitir la entrada de medicamentos y enseres
médicos al país y que colaboren con los donantes sin que ello implique
controlar el proceso de recepción y distribución, en el cual podrían participar
como un eslabón más de la cadena solidaria.
Hacerlo no
implicará ningún esfuerzo para el Sistema Nacional de Salud Pública y sí un
alivio para el pueblo de Cuba que sufre, entre las numerosas carencias
habituales y las acrecentadas desde hace más de un año, de un incremento de
enfermedades y padecimientos que pueden cobrar muchas vidas.
Suscriben
y publican esta petición:
La
Joven Cuba
Comunistas
Tremenda Nota
En el caso de que como publicación, colectivo o persona se quiera unir a esta petición pueden enviarla a la página web de La Joven Cuba