Los socialismos no son propiedad de ningún gobierno, sino de los pueblos.
Comunistas recibe desde Ucrania, y de izquierda, criterios sobre el 11 de Julio. Son esas necesarias opiniones críticamente solidarias. Por Oleg Yasinski.
Frente a los últimos tristes acontecimientos en Cuba, aparecen varios y muy diversos intentos de análisis, explicaciones y/o interpretaciones de la compleja realidad de la isla. Las opiniones que di en ruso a algunos medios de Rusia y Ucrania son de mi sentir de siempre: la solidaridad con Cuba acosada y provocada por el imperio norteamericano y la defensa de su socialismo… digno, imperfecto y humano. Sigo opinando que las múltiples protestas simultáneas en diferentes puntos del país fueron coordinadas y promovidas desde afuera. Ya existen suficientes pruebas cibernéticas de eso. Creo que es el contexto más importante de lo sucedido, pero lamentablemente no el único. Varios de mis amigos cubanos, personas de una gran honestidad y coherencia personal, seguramente se sintieron molestos con mi análisis – muy parecido a las explicaciones oficiales del gobierno cubano – y hablan de una expresión genuina del legítimo descontento popular, pacífica en la mayoría de los casos y una violencia policial inusual, escandalosa y totalmente injustificada contra los manifestantes. Tenemos testimonios confiables que son crudos, tristes.
Desde mi apoyo total de la defensa del socialismo en Cuba (también desde los traumas de Perestroika en la URSS y Maidan en Ucrania, dos tragedias que marcaron mi pensamiento), entre amigos y compañeros que somos siento la necesidad de comentar lo siguiente:
1. Desde la opinión de todos mis amigos en Chile, Rusia y Ucrania - nuestro unánime rechazo y repudio del criminal bloqueo norteamericano contra Cuba está fuera de discusión y en lo personal no me interesan opiniones de las personas que justifican o llaman a mantener el bloqueo. Apoyar el bloqueo es un acto antiético, no político, cada uno es libre de sentir y expresar lo que quiere, pero es honesto reconocer que con los partidarios del bloqueo tenemos diferencias irreconciliables. Por otra parte, explicar con el bloqueo todos los problemas que vive ahora la población de Cuba, es evadir las responsabilidades personales e institucionales y muy seguido este argumento es usado para desviar el tema, algo poco honesto y poco inteligente.
2. En algunos análisis del conflicto, el gobierno cubano y la oposición contrarrevolucionaria de Miami se ponen en el mismo plano como “dos bandos intolerantes”. Creo que es un grave error que más confunde que aclara. El gobierno de Cuba – con toda su burocracia, errores, corrupción, funcionarios ineptos etc. – es la única garantía real de la conservación de las grandes conquistas sociales de los cubanos, posibles solo desde el socialismo. Por otra parte, las organizaciones contrarrevolucionarias cubanas en el territorio de los EEUU no tienen legitimidad alguna y sus únicos vínculos con el mundo político son las redes mafiosas de relaciones con los legisladores y autoridades norteamericanos. De la misma manera hablar de “un conflicto histórico” entre los gobiernos de los EEUU y de Cuba es tergiversar una realidad bastante evidente y equiparar la victima y el victimario. En un sinfín de agresiones, sanciones y provocaciones norteamericanas contra Cuba hay un solo objetivo: recuperar el control económico y político sobre la isla; lo que menos se busca desde el norte es la democracia para Cuba. Los errores, las torpezas y “la violencia” (con y sin comillas) de las autoridades cubanas son de los que se defienden de una agresión como pueden desde una enorme desventaja y en una gran soledad política en el mundo de hoy. Y por eso el grado de sus responsabilidades en la violencia política (sin o con comillas) en Cuba de hoy es incomparable.
3. Los abusos policiales contra los manifestantes el 11 de julio es un hecho, y aunque por suerte no generalizado, al parecer tampoco tan aislado. Aparte de ser una grave violación de la Constitución cubana, es la mejor noticia para los instigadores de las protestas en Miami. Ver la represión y la brutalidad policial en Cuba es su sueño desde enero del 1959. Por eso es importantísimo que se investiguen todos los hechos de la violencia policial injustificada y maltrato de los detenidos (independientemente de sus credos políticos) y un castigo ejemplar a los responsables. Junto con eso comparar el actuar de la policía cubana con sus colegas de Chile, Colombia y otros países capitalistas de la región (y no solo de la región), es un colmo de hipocresía. Hablar de los “detenidos desaparecidos” en Cuba es mentir y faltarles respeto a miles de victimas de las dictaduras de América Latina. A diferencia de Colombia y Chile, la policía en Cuba es parte del pueblo, innumerables veces fui testigo de eso (también de lo de Colombia y Chile) y afirmando lo contrario los medios mienten.
4. Creo que el gobierno cubano ha cometido en esta historia varios errores comunicativos. Desde la “orden de combate”, y un largo silencio de los medios oficiales hasta el mencionar los antecedentes penales de la única victima fatal (en estos casos caben solo las condolencias) y la organización de una contramanifestación de apoyo al socialismo en pleno crecimiento de la pandemia. Y muy independientemente de eso – y sin esconder mis dudas y desacuerdos – sigo pensando que Cuba debe defender su socialismo y la única manera de defenderlo es construyendo nuevos mecanismos de la participación democrática. Los socialismos no son propiedad de ningún gobierno, sino de los pueblos. Y los pueblos deciden.