Por: David Karvala* Confieso,insisto, que no soy un “experto” sobre Cuba. En 1996 pasé un mes en la isla, como brigadista, armado con un cuaderno donde tomé todo tipo de apuntes. Agobié con preguntas a las y los cuadros del partido que casi siempre nos acompañaban/vigilaban. Pregunté por todas partes sobre la libreta de racionamiento; miré los precios en los mercados agropecuarios y en los shopping. Pregunté sobre los salarios. Sobre las condiciones en los centros donde aún internaban a las personas seropositivas. Hablé con un músico de rock, un “heavy” con melenas, que además era delegado sindical y que realmente intentaba representar a sus compañeros de trabajo… […] Pero toda la experiencia me enseñó mucho sobre la isla, como había esperado. Amigos castristas en Barcelona me habían dicho, “ahora eres muy crítico, pero si visitas Cuba en persona, la entenderás mucho mejor.” Efectivamente, volví más convencido que nunca de que la isla tiene encanto… pero que no es una sociedad ...
Contra la restauración capitalista en Cuba y por la Revolución Mundial